Feliz día de la madre...

Querida mamá:

hoy ha llegado el día en que he decidido contarte algunas cosas.

Hace poco, mi amiga Anika me animó a participar en un nuevo reto de scrap (mmm... claro que te diré que esto del scrap es algo que he descubierto hace poco pero se parece bastante a lo que me has visto hacer durante toda mi vida: tener toda la casa llena de libretas, papeles, carpetas forradas, libros de viaje con recortes, fotos, tickets y demás... pues nada, es eso pero que hasta tiene nombre y me topé con él hace dos años y me encanta!! ) Y sí, como te puedes imaginar, lo "practico" en las siestas, que como bien sabes es mi momento preferido para "no parar de inventar", porque... sigo sin dormirlas... hay cosas que no cambian.

Tenía muchas ganas de acompañar a Anika en su nueva andadura pero... ¡mira que animarme a hacer una tarjeta para el día de las madres!... ¡pensé que no podría! De hecho, no sé si podré, porque en esta ocasión he empezado la casa por el tejado. He decidido contarte algunas cosas y si después de hacerlo soy capaz, me pondré a hacer la tarjeta. Si no... creo que igualmente este ejercicio de escritura, a buen seguro me aporta algo positivo.

Ya hace quince años que no estás. ¡Han pasado tantas cosas! Pero sin duda, cuando te echo de menos de verdad y con mayúsculas es cuando pienso en mis hijos. Y ahí se me hace un nudo en la garganta que me pone tan triste... Es que ... ¿sabes? ... Tengo dos hijos...

Sí... jo, ¿ves? Es que esta parte sabía que me costaría horrores contártela porque si en algún momento pienso que daría cualquier cosa porque volvieras un rato es cuando pienso lo que me gustaría que hubieras conocido a mis hijos. Son tan bonitos. Los quiero TANTO. Y digo yo... ¡no tenía ni idea de que tú me habías querido tanto a mí! Creo que es algo que la vida te enseña cuando te pone en el lado de madre y hasta entonces, aunque te haces una idea, es imposible de imaginar.

Pienso en felicitarte el día de la madre y trato de imaginarte qué tipo de abuela habrías sido porque como madre hiciste todo lo que una madre puede hacer por su hija así que, sin duda, lo que me intriga y entristece en este momento es tu papel de abuela. Intento ponerte encima 15 años más... supongo que se cambiará mucho de los 52 a los 67 pero te imagino igual de atractiva y dicharachera. Con una sonrisa para todo el mundo. Con besos y abrazos de abuela loca para tus pequeños. Veo a las abuelas en el parque y me da ternura imaginarlo. Prefiero no pensarlo demasiado porque es tan grande el dolor que hace daño. ¿Sabes?

Se llaman Gonzalo y Alba. Papá conoció a Gonzalo. Uf... No sólo lo conoció sino que lo disfrutó año y medio. Es algo que me hace tan feliz... También ha muerto... cuando estaba embarazada de Alba. Sí... la vida que es así de jodida. Él decía que iba a ser niña. Estaba convencido y aunque no llegó a enterarse a ciencia cierta, niña fue. También habría dado cualquier cosa porque al menos le hubiera visto la cara a ella. Nos costó mucho mucho reponernos cuando te fuiste, para qué te voy a engañar, pero la lección de vida que nos diste y la entereza hasta el final, nos ayudó a seguir adelante, a volver a sonreír e incluso a volver a ser felices, cosa que al principio nos pareció impensable.

No te preocupes demasiado porque la vida me ha regalado a Esaú, a mis hijos y vuestro legado de vida, vuestra forma de entender el mundo, vuestra manera de tratar a la gente, vuestra creatividad y fantasía para afrontar el día a día y sobre todo, vuestro amor. Me va bien y sin duda, todo lo que he vivido y cómo lo he hecho está muy influenciado por lo que me habéis transmitido día a día con vuestro ejemplo. en fin, que supongo que algo habré hecho bien para merecerme semejante persona a mi lado y mis dos niños. También habría sido genial que conocieras a Esaú. La verdad es que te has perdido bastantes cosas importantes. Ains... la boda... qué bonita fue...

En fin... en medio de sonrisas y lágrimas termino esta carta que no sabes lo que me ha costado escribir. Y ahora, voy a intentar hacerte una tarjeta de felicitación para el día de las madres. Sin duda, otra cosa que me enseñaste: celebrar todo, celebrar la vida, celebrar  y regalar a los que quieres... creo que en eso tenías un máster y me hace feliz ver que sin pretenderlo es algo que he heredado, que disfruto y que cuido hasta el más mínimo detalle.

Unos días después retomo esta entrada con la tarjeta terminada. Me ha costado varios días poderla terminar y poder contar mi historia con ella.

 No creo que parezca para nada una tarjeta para el día de la madre pero es que todas las vidas no son iguales y por tanto la forma de celebrarlas...

 En fin, que con esta tarjeta, algo diferente,  me presento al reto de Locas por el Scrap de donde es DT mi queridísima Anika.